Compromiso educativo de la CCDA

Concebimos al hombre y a la naturaleza como creación de Dios. Asumimos como nuestros los conceptos sobre Dios y su revelación y de lo que de ella se desprenda, que enseña y transmite la Iglesia Católica.
La naturaleza debe ser cuidada porque es un bien para toda la humanidad, porque está para que la humanidad viva y se desarrolle. Queremos enseñar a preservarla.
El hombre es espíritu y naturaleza. Es parte de la naturaleza y debe integrarse con ella en el respeto de su cuerpo y en el cuidado de su salud, mental y física. Es también espíritu, es decir, tiene un "yo" propio y por eso es persona. Por ello es también inmortal y capaz de abrirse a lo trascendente. Por esta capacidad puede conocer a Dios y vivir con Él. Por ser persona humana tiene la capacidad de amar, de obrar, de entender y de ser libre. Tiene que desarrollarlas con responsabilidad a través de las habilidades y aptitudes que tenga y que adquiera.
El hombre recibe y elabora a su vez la cultura, que es el fruto del trabajo y la tradición. Busca crecer en los valores para mejorar su calidad de vida. Deberá vencer los impulsos del mal, la ignorancia y el error.
Cada hombre es digno y es valioso por el hecho de existir. Cada hombre es él, y debe ser respetado.
El futuro es tarea de todos, y es necesario afrontar los desafíos preparados, individual y comunitariamente, debiendo cada uno hacer su síntesis personal de los valores y la vida, y desde esa síntesis obrar. Cada uno deberá obrar desde sí para no ser dominado. Deberá ser valiente para ser libre.
Estamos abiertos para que se integre la familia en esta tarea educativa.
Nuestros Objetivos Fundacionales son: que cada persona sepa quién es, sepa que es y qué es, se conozca, se acepte, se valore y se quiera, sea responsable de sí mismo y obre desde sí, asuma y se comprometa con sus capacidades y talentos, asuma y se comprometa con sus derechos, sepa quién es el otro, lo valore y lo asuma como es, asuma los derechos del otro como deberes propios, ayude al otro a ser él mismo, conozca a Dios, se relacione con Él, se comprometa con Él y se salve.
Es nuestra convicción y nuestra esperanza que si cada persona aprende a valorarse valorará a los demás. Si cada persona sabe quién es y obra desde sí será libre y liberará a otros. Si cada persona asume y defiende sus derechos hará lo mismo con los derechos de los demás. Si cada persona se respeta respetará a los demás y podrá construir la comunidad con compromiso, realismo y en paz.